Vandalismo en concierto Droga, alcohol, saqueo y lesionados fue lo que se dejó ver durante el concierto de Ángeles del Infierno “Tranquila banda, tranquila; estamos chupando tranquilo, déjense de mama… y dejen tocar a los Ángeles…” gritaba un “rockero de corazón” que trataba de apaciguar los ánimos dentro del concierto de rock de “Ángeles del Infierno”, suscitado frente a Chedraui, lugar donde la seguridad privada y municipal se vio superada por vándalos que realizaron saqueos, destrozos tanto en locales comerciales como en vehículos que se encontraban cerca del lugar.
Asimismo varias docenas de jóvenes resultaron con lesiones de consideración y cortadas en diversas partes del cuerpo, luego que los fanáticos arrojaran por los aires cientos de botellas de “caguama”.
Los comercios que se vieron afectados durante la noche del sábado fueron Figueroa S.A. de C.V. lugar donde vándalos saquearon la tienda y obtuvieron un botín hasta el momento no cuantificado, ya que se llevaron cámaras digitales, manuales y diversos objetos fotográficos.
Asimismo la el negocio de accesorios para dama Xippies; el local de Chocolate Mayordomo, lugar donde destruyeron las cajas registradoras y ventanales; La casa de empeños Intedisa y el local de Cablemas.
Propietarios y representantes legales de las empresas refirieron que desde antes de que comenzara el concierto llamaron insistentemente a la Policía Municipal capitalina, a la Policía Preventiva, al número de emergencia 066, pero ninguna autoridad fue capaz de resguardar la zona comercial.
Refrieron que la ineptitud de los regidores capitalinos, sufrieron diversos daños y pérdidas –hasta el momento no cuantificadas-.
El concierto
La cita del concierto de la mítica banda española “Ángeles del Infierno”, fue a las 19:00 horas.
Dos horas antes se encontraban concentrados en las afueras de la esquina de Emiliano Zapata y boulevard Eduardo Mata, a un costado de las canchas de futbol rápido “El Barrio” diversos jóvenes y adultos con niños en brazos, a la espera de la apertura del lugar.
Con playeras negras, cinturones de estoperoles y botas tipo crucero, los jóvenes hacían gala de su vestimenta, ante la mirada de asombro para las diversas personas que pasaban por el lugar a bordo de vehículos particulares y autobuses urbanos.
“Se va aponer grueso al rato, a ver que pasa, luego esos chavos banda se ponen bien marihuanos”, referían diversas personas que estaban en contra del concierto.
Cerca de las 20:00 horas poco a poco la gente comenzó a remolinarse en una entrada ubicada en Emiliano Zapata.
“Cuento los boletos valedor”, gritaba un rockero ebrio. “120 carnal” contestaba indiferente el encargado de la puerta.
“No, no hay lana, apenas y alcanza para el chemo, hay que hacer portazo banda, que no se pasen de ver…”.
Fue por ello que la gente se arremolinó y comenzó a petar la puerta con la intención de entrar sin pagar.
Los elementos de seguridad del lugar contenían el portón, al cual le habían hecho una modificación para que aguantara el ajetreo.
A pesar de ello los rockers salieron con la suya, pues a empellones lograron su objetivo, entrar sin boleto y armados.
Eran las 20:30 horas cuando los organizadores optaron por reducir el precio de admisión, se vendieron de 50 y 30 pesos; sin embargo la seguridad ni era segura, no revisaban a la gente.
Olor a “petate quemado”
Desde ese momento, “la banda” comenzó a forjar sus “churros de mota”, ese peculiar olor invadía el lugar, el cual estaba abarrotado desde niños de un año, que se encontraban en brazos de sus padres, hasta los 60 años.
Luego de varios minutos el ambiente había cambiado, ya que los fumadores pasivos del enervante también se vieron intoxicados, todos andaban “en las nubes”.
En el interior se encontraban dos stands de cerveza Sol, al principio los trabajadores de le cervecera vendían los vasos de un litro a 35 pesos y las sodas sabor cola de 600 mililitros a 20 pesos.
“Vamos banda, que no nos vean la cara de pend… hay que darles en su madre” gritaba uno que otro marihuano.
Ante la anarquía del lugar, los jóvenes se unieron y comenzaron a saquear los stands; entre la polvareda solamente se veían correr jóvenes vestidos de negro abrazando su cartón de caguamas de a litro y cuarto; luego se refugiaban en cierto lugar y regresaban por más.
Los botellazos
Para ese momento ya eran más de las 21:00 horas, el grupo de rock urbano Tex –Tex, hacía vibrar a los rockeros, los cuales en el centro de la pista ya habían hecho su ritual y comenzaban con el tan llamado “slam”.
Atrofiados por enervantes y alcoholizados los jóvenes seguían divirtiendo; sin embargo a un costado del escenario, precisamente en el lado izquierdo comenzó una riña, en la cual salieron a relucir los cascos de caguama.
Una por una, las caguamas salían volando con entre grupos rivales, sin embargo la lluvia de proyectiles abarcó el terreno y los “atrofiados”.
El terror abarcó a todo los ahí reunidos, parecían ratones atrapados, las mujeres eran protegidas por amigos o novios; sin embargo los menores de edad que habían entrado se adherían a los más grandes para cubrirse de los vidrios.
Varias docenas de personas fueron blanco de los botellazos, por ello la sangre corrió en el lugar.
Hubo algunos que lograron abrir el portón y salir a la calle, sin embargo ni afuera se encontraban seguros pues los vándalos, como desquiciados seguían aventando botellas a la calle.
Para ese entonces la Policía ni se acercaba, se encontraban como a una cuadra del lugar, siempre a la expectativa.
“Todos somos Ángeles, Todos somos Ángeles”, se dejaba escuchar una gutural voz, pero los marihuanas seguían en su desmán.
“Sangre en la tierra fuego en cielo es el principio del fin”, era el estribillo que Juan Gallardo, vocalista de los Ángeles del Infierno, cantaba para los rockers.
“Descalabrados y llenos de sangre, los rockers danzaban en el centro de la pista, las lesiones no importaban, estaban idiotizados con los cantos del frontman del grupo.
Fueron al menos cinco canciones, cuando algunos desquiciados comenzaron aventar proyectiles contra “Los Ángeles”.
“Amigos, venimos a echar desma… pero no voten nada al escenario”, fue la sentencia del vocalista; sin embargo luego de 30 minutos aproximadamente el grupo dejó de tocar; enseguida se apagaron las luces del escenario.
“Por la culpa de unos pendej… el grupo ya no va a tocar”, se escuchaba desde los micrófonos.
Como en la canción, esto fue “el principio del fin”, pues los inconformes lanzaron proyectiles al escenario, era todo un caos, ya que dañaron equipo del grupo.
Enseguida al salir, la calle se encontraba llena de vidrios.
“Parece como si la APPO estuviera aquí”, referían algunas personas que pasaban por el lugar.
El saqueo
“La tira, me la estira”, gritaban los ebrios y drogados jóvenes que retaban a los pocos policías municipales que se encontraban en los alrededores.
Fueron los mismos uniformados que encendieron sus sirenas, con al finalidad que disuadir a la multitud.
Algunos corrieron, pero otros mejor se dirigieron directamente a los locales comerciales de “Plaza Cristal Chedraui”.
Ahí realizaron diversos destrozos en ventanales, el más negocio más afectado fue el de Figueroa S.A. de C.V., pues saquearon la tienda y robaron diversos artículos digitales; en Chocolate Mayordomo los malandrines sacaron las cajas registradoras y robaron lo que pudieron; asimismo en Xippiés, Interceramic, la casa de empeños Intedisa y el local de Cablemas, fueron víctima de los destrozos.
No conformes con ello los maleantes en su camino a casa, persona que encontraban, la atracaban y solamente por el gusto de ver sangre la golpeaban; por ello varios fueron llevados a clónicas particulares y Hospital Civil por paramédicos de R.S.P.
Los lesionados
Algunos lesionados que pidieron ayuda y no la recibieron fueron directamente a la Cruz Roja; entre ellos: Janet Selene García Gutiérrez, de 24 años de edad, con domicilio en calle Otilio Montaño, Lote 20 de la colonia Guillermo González Guardado; Rodolfo Santos, 28 años, con domicilio en Ignacio Zaragoza, número 1 de la colonia González Guardado; Francisco Nahúm Cruz Gallardo, 16 años, con domicilio en calle 7 número 102, del fraccionamiento IVO Rosario, Jorge Antonio Hernández Olivos, de 29 años, con domicilio en calle Santa Cruz, número 206 del fraccionamiento Las Palmas; Jassiel Vargas Díaz, de 15 años, con domicilio en Cruz del Sur, número 11 manzana 37 del Infonavit de Santa Cruz Amilpas; Angélica Leyva Antonio, de 18 años, con domicilio en Leona Vicario sin número de Xoxocotlán; Julio Diego Vásquez, de 17 años, con domicilio en avenida Ferrocarril, número 114 de la colonia Felipe Carrillo Puerto; entre otros.
Eran las 04:00 horas y los lesionados seguían arribando a la clínica de la Cruz Roja; sin embargo era adolescentes que se habían excedido en alcohol, enervantes; así como descalabrados.
De las autoridades ni sus luces, solamente reportaban al número de emergencia 066 los daños causados; por ello un desquiciado rockero gritaba “Esto va para la historia, la policía me la pel…, arriba la banda, arriba el rock, arriba la mota”.
Ahora un acercamiento...
Solo nos resta pensar que es una venganza entablada nuevamente en contra del Ing Bolis, pero que podra ser, que quieren decir con esta pinta?, quien es el autor?.
